domingo, 13 de julio de 2008

COMO PODEMOS TENER AUTODOMINIO SOBRE NOSOTRO S EN LAS TENTACIONES


CONTROLE SU MENTE.

Ejercer fe en los poderes del cielo es un proceso bastante sencillo, pero requiere
un esfuerzo mental continuo.
Cuando un hombre obra por la fe, obra con esfuerzo mental en vez de
esfuerzo físico.
El esfuerzo mental involucra los pasos siguientes: 1) entrenarse para estar
consciente de los pensamientos, 2) aprender a escudriñar los propios pensamientos
para determinar si aumentan o disminuyen la fe, y 3) si un pensamiento reduce su fe, reemplazarlo con un pensamiento que se base en la fe. Por ejemplo, puede
reflexionar en la bondad del Señor, en su deseo de bendecir a sus hijos, o en las
numerosas promesas de las escrituras que dicen que si pedimos con fe, Él nos
bendecirá. Si aprende a ejercer el esfuerzo mental suficiente, podrá cultivar la fe
necesaria para merecer el poder y la fuerza que vienen por la fe en pro de la
justicia.
A fin de esforzarse mentalmente, uno debe tener poder y dominio sobre su
propia mente. Uno no debe distraerse fácilmente ni enfocar su mente en nada que
no esté de acuerdo con el propósito o el objetivo de la bendición deseada. Por
ejemplo, cuando le está pidiendo al Señor una bendición, ¿se encuentra con que está
pensando en sus quehaceres u otras preocupaciones cotidianas? La próxima vez que
ore o medite, procure controlar su mente suficientemente como para no distraerse
durante su tentativa de comunicarse con el Señor. Considere lo ofensivo que sería
que una persona a quien le esté hablando continuara leyendo un libro. Igualmente,
nuestra conducta le es ofensiva al Señor si dejamos nuestra mente vagar en otras
cosas mientras le estamos hablando. Hasta que aprenda a disciplinar su mente y a
controlarla completamente, su capacidad de ejercer su fe se verá extremadamente
limitada. El poder completo de la mente se da solamente cuando se la enfoca y
dirige hacia un fin específico.
... si tu ojo (el ojo de la mente) es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de
luz. (Mateo 6:22)
Si deja que su mente se extravíe en trivialidades y preocupaciones mundanas,
usted limitará su capacidad de invocar los poderes del cielo y su mente dejará de
serle una fuente de poder. Descubrirá, sin embargo, que al intentar controlar y enfocar su mente, el diablo
le presentará distracciones. Cuando usted controle su mente y no permita que le
distraigan, podrá ejercer fe sin límites y utilizar los poderes del cielo a través de su
fe.
El mayor misterio que ha aprendido el hombre es saber cómo controlar la
mente humana, y cómo someter cada una de las facultades y poderes de la
misma a Jesucristo; este es el misterio más grande que tenemos que aprender
mientras moramos en este tabernáculo de barro.
Necesita recordar constantemente que la mente es literalmente la llave que abre
las puertas de los poderes del cielo. Debemos aprender a controlar la mente.
... (la mente) es el agente del Omnipotente revestida con este tabernáculo
mortal, y debemos aprender a disciplinarla, a enfocarla, y a no permitir que el
diablo interfiera con ella y la confunda, ni la desvíe del gran objetivo que
tenemos a la vista...
Si pudiéramos controlar nuestra mente, podríamos controlar a nuestros
hijos, nuestra familia, y el Reino de Dios, y lograr que todo ande bien, mucho
más fácilmente de lo que podemos ahora
Uno necesita ser capaz de controlar su mente para que no se distraiga en los
otros hechos y preocupaciones que le rodean, y concentrarla con toda su fuerza en el
problema que está tratando de resolver en particular, o en la bendición que está
buscando.
Si una persona disciplina su mente para que esté en armonía con el espíritu
y la enfoca totalmente en sus acciones, y en los principios de fe que le otorgarán el poder de Dios, cuán grande será su facilidad para obtener
conocimiento...
En nuestra sociedad actual la música ha llegado a ser un "opio" para la mente. El
escuchar música de buena calidad es loable. Si la música se usa como una
escapatoria, ésta llega a ser perjudicial. Si una persona se pasa las horas observando
deportes pero no hace ejercicios físicos, su cuerpo va a sufrir. Lo mismo ocurre con
la mente. Si permitimos que nuestra mente se ocupe en cosas que no requieren
ningún esfuerzo, como escuchar música popular, tanto la mente como el espíritu
sufrirán.

1 comentario:

Mayling Martinez LDS dijo...

Wow, que interesante e importante es éste artículo. Es tan cierto! Les agradezco muchísimo por poner cosas tan sabías e interesantes como ésta. Yo le sacaré mucho provecho y aprenderé a controlar mi mente mejor. Nuevamente muchas gracias y espero que siga (posting) poniendo artículos de este calibre.